El Gobierno negocia con jueces otorgar la domiciliaria a Cristina Kirchner este martes para evitar la masiva marcha convocada para el miércoles en Comodoro Py, que genera fuerte preocupación oficial.

A 48 horas de una marcha que promete ser histórica, el asesor presidencial Santiago Caputo y el viceministro de Justicia Sebastián Amerio encabezan gestiones desesperadas ante jueces federales para concederle a Cristina Fernández de Kirchner el beneficio de la prisión domiciliaria este mismo martes, con el objetivo de desactivar la convocatoria popular que se espera para el miércoles frente a los tribunales de Comodoro Py.
La ex presidenta fue recientemente condenada en el marco de la Causa Vialidad, en un fallo que el kirchnerismo y amplios sectores de la sociedad consideran arbitrario, viciado de irregularidades y de neto corte político. La convocatoria del miércoles busca expresar un fuerte respaldo ciudadano a Cristina ante lo que muchos consideran una persecución judicial.

Desde la Casa Rosada temen perder completamente el control de la calle y admiten estar atravesando una situación de crisis. “Esto es un cisne negro, básicamente porque tenemos control cero de la situación”, reconocieron fuentes oficiales citadas por La Política Online. La posibilidad de una manifestación espontánea y multitudinaria genera alarma tanto en el oficialismo como en sectores del Poder Judicial.
La presión del Ejecutivo apunta directamente al Tribunal Oral Federal 2. El presidente del tribunal, Jorge Gorini, suspendió una licencia personal para quedarse en el país e intentar moderar las posturas más duras de sus colegas Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso, quienes evalúan endurecer las condiciones de cumplimiento de la condena y no descartan rechazar la prisión domiciliaria. Ambos jueces, además, mantienen un fuerte resentimiento con el kirchnerismo por supuestas amenazas y seguimientos ilegales.
Aún así, voces dentro del propio fuero federal piden prudencia: “Hay mucha preocupación en todo el edificio de Comodoro Py, son varios los jueces y fiscales que están pidiendo que se dejen de joder y le den la domiciliaria rápido a Cristina”, confió un magistrado al mismo medio.

En paralelo, la militancia ya se organiza. La senadora bonaerense Teresa García, una de las figuras más cercanas a la ex presidenta, advirtió: “La marcha se hace el miércoles. Está convocada a primeras horas de la mañana. Hay que estar preparados, muy preparados para acompañarla donde sea”.
El contexto político también se recalienta con el regreso de Emilio Pérsico al diálogo con Cristina, impulsando una estrategia de unidad entre La Cámpora, movimientos sociales y sectores de izquierda, que podría reforzar la masividad de la protesta.
El Gobierno teme un escenario que remita a imágenes impactantes como la detención de Amado Boudou en pijama y esposado. La decisión final sobre la modalidad de detención de Cristina está en manos del TOF 2, pero las presiones y el temor a un estallido popular podrían inclinar la balanza en las próximas horas.
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