
En medio de la controversia por el escándalo de $LIBRA, el gobierno de Javier Milei ha decretado la conversión del Banco de la Nación Argentina en una sociedad anónima, generando preocupación en la oposición ante un posible intento de privatización de la principal entidad financiera del país.
El 20 de febrero de 2025, el gobierno argentino, liderado por el presidente Javier Milei, oficializó la transformación del Banco de la Nación Argentina (BNA) en una sociedad anónima mediante el decreto 116/2024, publicado en el Boletín Oficial. Esta decisión se produce en un contexto donde la administración enfrenta críticas por el escándalo relacionado con la estafa de la criptomoneda $LIBRA, lo que ha llevado a algunos sectores a interpretar esta medida como una estrategia para desviar la atención pública.
La noche anterior a la publicación oficial, el vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció en sus redes sociales la firma del decreto por parte del presidente Milei. Según el texto del decreto, los accionistas del nuevo Banco Nación Sociedad Anónima serán el Estado Nacional, con una participación del 99,9%, y la Fundación Banco de la Nación Argentina, con el 0,1% restante. El capital social inicial se ha fijado en 1,6 billones de pesos argentinos.
Previamente, las autoridades del Banco Nación habían manifestado la intención de transformar la entidad en una sociedad anónima, argumentando que esta conversión es esencial para ampliar los préstamos destinados a pequeñas y medianas empresas (PyMEs) y familias. Según comunicados oficiales, esta reestructuración permitiría al banco acceder a nuevas fuentes de financiamiento y desarrollar estrategias comerciales más dinámicas y eficientes.
La oposición ha expresado su preocupación ante esta medida, interpretándola como un posible primer paso hacia la privatización del Banco Nación. Durante la discusión de la Ley Bases, el gobierno había incluido al Banco Nación en la lista de empresas susceptibles de privatización; sin embargo, debido al rechazo parlamentario, la entidad fue retirada de dicha lista. Ahora, con la transformación en sociedad anónima realizada por decreto y sin la intervención del Congreso, las alarmas se han encendido nuevamente.

Por otro lado, la Asociación Bancaria ha manifestado su rechazo a esta decisión, declarando un estado de alerta y movilización. Argumentan que el rol social del Banco Nación es irrenunciable y temen que esta transformación pueda derivar en una eventual privatización, afectando la misión original de la entidad de brindar asistencia financiera a sectores vulnerables.
La transformación del Banco Nación en sociedad anónima podría tener múltiples implicaciones. Por un lado, el gobierno sostiene que esta medida modernizará la estructura jurídica y operativa del banco, permitiéndole competir en igualdad de condiciones con otras entidades financieras y mejorar su eficiencia. Por otro lado, existe el temor de que esta reestructuración sea el preludio de una privatización parcial o total, lo que podría alterar la misión histórica del banco y afectar a los sectores que dependen de sus servicios.
¿Por qué importa?: La conversión del Banco Nación en sociedad anónima representa un cambio significativo en la estructura de la principal entidad financiera pública de Argentina. Esta decisión no solo tiene implicaciones económicas, sino también políticas y sociales, ya que podría redefinir el papel del banco en la economía nacional y su relación con los sectores más vulnerables. Es crucial monitorear cómo se desarrollarán los acontecimientos y cuáles serán las decisiones futuras respecto a una posible apertura del capital a inversores privados.
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